Que no tiren tus tennis a la basura: intenta lavarlos, te digo cómo.

Cuando era niña, periódicamente resurgía un pleito entre mi hermano y mi madre: ella le quería tirar a la basura sus tenis inmundos y él cada vez iba y los rescataba, literalmente, del bote.
Me parece una legítima defensa defender los zapatos de uno, por muy cerdos, rotos o viejos que puedan estar..... pero me parece un buen acto de amor y fidelidad hacia el par de compañeros incondicionales, tras haberlos rescatado, dedicarles un pequéño esfuerzo para, por lo menos, usarlos un poco más limpios.


Vuelvo a subir esta entrada porque me llegó nuevamente la pregunta y como es de los primeros tips que subí, creo que a más de uno le puede ser de utilidad. Además, me temo que ese pleito entre madres e hijos puede resurgir entre la esposa y el marido..... no sé por qué tengo ese presentimiento.....


El caso es que respondo a esta pregunta de "cómo le hago para rescatar mis tenis que parecen no tener remedio" con una buena noticia: si no logran limpiarlos, no tienen por qué morir en el intento: simplemente los tiran a la basura y compran unos nuevos (no vale la pena "morir" por eso!)
Pero antes de llegar a esa solución extrema, vamos a intentar rescatarlos pues.

Lo primero es sacar el exceso de lodo, especialmente de las suelas, con un cepillo. Puede ser desde un cepillo de los que se usan para lavar platos (pero que no sea muy duro) hasta un cepillo de dientes viejito.

Lo segundo es meterlos en una cubeta o palangana con agua fría.....sólo agua. Déjalos remojando toda la noche mientras tú duermes feliz. Eso va a aflojar toda la mugre y te va a facilitar muchísimo la siguiente fase:



Tercer paso, a tallarle a mano, mano. (puedes aprovechar el agua sucia del remojo para regar las plantas, total, no tiene jabón)

No uses bel rosita porque despinta (ni cloro, obvio). Recomiendo un jabón tipo zote o de plano un jabón biodegradable como el famosísimo foca o roma (éste también se lo puedes echar luego a las plantas). Ten paciencia y tállalos con el cepillito y con agua y jabón. No los talles muy duro o te los vas a echar. 


Cuarto, los enjuagas perfecto, por ejemplo en la misma cubeta pero con agua limpia. Los escurres bien y los dejas secar.



OJO: Si son oscuros, no los tiendas al sol, mejor a la sombra y hasta puedes usar uno de los detergentes especiales para ropa oscura. 
Si son claros o blancos, déjalos al sol. Los puedes colgar del tendedero con las pinzas para la ropa y agarrarlos de la "lengüeta" o recargarlos paraditos con la lengueta salida.


Que se sequen PERFECTO antes de usarlos, o no respondo por el ojo de pescado que te va salir (bueno, si te sale, me preguntas y trato de encontrar una solución). 


No olvides lavar bien las agujetas. Esas se pueden lavar fácil con las manos, como si te estuvieras tallando las manos, pues.

Otra opción es seguir los pasos 1 y 2 y luego echarlos a la lavadora de ropa en el ciclo delicado y con agua fría, pero lavarlos solitos, sin echar nada más a lavar al mismo tiempo (no te espantes, pero incluso he sabido de gente que ha aprovechado la lavadora de platos industrial de algún restaurante; el problema es que corres el riesgo de que se encojan por el agua caliente y que se maltraten más....por el estreptococo que pudieras pasarle a la vajilla y cubiertos,ni te preocupes, que las altas temperaturas del  lavavajillas matan todo.....humanos incluídos).



Suerte! el secreto está en cuánta paciencia tengas para tallarlos bien con el cepillito de dientes.....eso es lo ideal.

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