Yo confieso que mis hijos hacen muchas menos cosas de las que deberían hacer por sí mismos: tengo que andarles pidiendo que recojan la ropa del piso después de cambiarse (que la echen en el cesto de la ropa sucia es casi un milagro), que lleven su plato a la cocina cuando terminen de comer, que le den de comer a las perras y que hagan la tarea. ... Confieso que muchas mañanas hasta los vestimos (y créanme que están en edad de despertarse y vestirse solos) mientras ellos siguen medio dormidos -yo definitivamente sigo completamente dormida a esas horas de la madrugada aunque aparente estar de pie y sostenga inexplicablemente una taza de café en la mano- y para rematar, todas las mañanas mi esposo les sigue preparando el cepillo de dientes...
Hay una parte de mí que agradece eso, porque poder estar ahí es un privilegio y también significa que ellos tienen a su papá y a su mamá ahí, todos los días, incondicionalmente (yo no lo tuve y por eso es un regalo doble para mí)....pero a veces empiezo a sospechar que estos dos escuincles "se aprovechan de mi nobleza" y que si no hago algo al respecto, se van a convertir en unos tiranos. Entonces, lo primero, es recordarles que los padres somos padres, no esclavos. (Y las mamás somos mamás, no mucamas)
Una vez que aclaramos que vivimos en familia y no en esclavitud, lo segundo, es delegar y hacerlo en blanco y negro, para que nadie se haga rosca (papelito habla). Se puede establecer una lista de responsabilidades y asignarle tareas a cada quien. Algunas cosas pueden ser fijas , como hacer su cama , sacar la ropa del día siguiente antes de dormirse y dejar la mochila lista en la puerta y otras pueden irlas rotando, como cambiar el rollo de papel de baño o cambiarle el agua a las tortugas. Ojo, que no se trata de pagarles por hacer estas cosas: son parte de su responsabilidad y cumplirlas significa que pueden ver tele, invitar un amigo a la casa o ir por un helado........ y no hacerlas implica perder estos privilegios.
Pasamos al tercer punto: ya dividimos y repartimos tareas y responsabilidades, hay que asegurar una "estrategia de comunicación" que fluya entre todos los miembros de la familia para evitar imprevistos y confusiones que compliquen la logística diaria. Mi hijo es Tauro y ya entendí que le cuesta mucho trabajo adaptarse a los cambios; necesita saber cuál es el plan con anticipación para no agobiarse. La verdad es que saber por anticipado cuál es el plan es una manera de transmitir contención y seguridad....(aunque también hay que enseñarles a improvisar para salir del paso cuando las cosas no salgan como estaban planeadas, pero eso justamente va llegando por añadidura, cuando se sienten seguros -mi hija siempre ha tenido una capacidad increíble para aprovechar sus recursos y solucionar las situaciones....pero ella es Virgo)
Cinco minutos en la noche son marginales, pero hacen toda la diferencia a las 6:30 de la mañana....Entonces, el cuarto punto es dedicarle tiempo a anticipar todo lo que se pueda antes de bajar la cortina: dejar la mesa del desayuno puesta, las loncheras listas y los topers del lunch ya servidos en el refri, pasar del congelador al refri lo que se va a cocinar al día siguiente y si se puede, adelantar la preparación de la comida, para mí algo fundamental es dejar lista la cafetera y el termo para llevar a un lado; toda esta talachita puede hacer la diferencia cuando tengas que salir disparado a tempranas horas de la madrugada.
Ven que en los aviones te dicen que en caso de una baja de presón, primero te pongas tú la máscara de oxígeno y sólo después de traer la tuya bien puesta, le ayudes a los demás, aunque sean tus hijos?...Bueno, esa es una metáfora que aplica para mil cosas, pero hoy específicamente la quiero usar para recordarles que como mamás o papás, necesitamos darnos tiempo individual para tomarnos el café, ponernos el rimel o darnos un regaderazo sin que nadie nos interrumpa....cada quien sabe para qué necesita un tiempo propio. Pues vale la pena dejar de ser tan controlador y tan tiquismiquis y dedicarnos más tiempo a estar bien nosotros, bien de verdad, en lo que sí es importante.
Entre tantas actividades, la chamba, la casa, los hijos y la vida social, tenemos poco tiempo disponible asi es que hay que ser muy listo al elegir lo que hacemos con él. Tal vez elijamos menos chat y más caminadora, menos tele y más juegos con nuestros hijos, "menos face y más book".... Que cada quien decida, pero que cada elección sea consciente, planeada, pensada. El chiste es que nosotros decidamos lo que hacemos, no que la vida nos pase por encima.
No me cansaré de repetirlo: al organizar nuestro día a día mejoramos nuestra calidad de vida y ganamos tiempo, dinero y energía para disfrutar lo que nos haga más felices. De eso se trata esto de "organiza tu buen vivir".
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